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ANAMOT 02

Carlos Verucchi y Walter y Matías Meira fueron reconocidos por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación por su desarrollo ANAMOT, un software capaz de medir la ‘salud’ de equipos eléctricos en tiempo real y sin detener la producción

El Analizador de Motores Eléctricos (ANAMOT) que desarrolló el equipo a cargo del vicedirector del INTELYMEC, el Magíster Carlos Verucchi, ganó en octubre de 2022 el Premio Innovar en la categoría investigación aplicada. Es un software que permite diagnosticar el funcionamiento de cualquier motor eléctrico sin detener la cadena productiva y a distancia. Hasta ahora, los controles periódicos suelen hacerse de modo off line. Es decir, parando la producción, con el motor detenido entre ocho horas y un día con intervenciones invasivas sobre la máquina que implican apoyarle sensores o desconectarlo para conectarlo a otro equipo. En algunos casos, se utiliza un equipo similar al ANAMOT, importado y con un costo de 35.000 dólares, más caro que el desarrollo local y sin prestaciones de capacitación y post venta, algo que sí ofrece el nuevo sistema. “Nos permite acercarnos a un diagnóstico sin interferir en la producción. No provocamos ningún cambio sino que necesitamos que el motor siga funcionando normalmente y además no es invasivo”, explica Verucchi. Con estas ventajas, pueden medir en un tablero que esté a unos 100 metros de distancia la corriente que consume el motor y las tensiones que se le están aplicando. Una serie de sensores y una placa de adquisición de datos que registra esas variables, de manera continua y a alta velocidad, transmite los datos a una computadora que con el software desarrollado analiza la información, la filtra, la acondiciona y la interpreta en un diagnóstico. Todo en unos pocos minutos. “Si con una medición que lleva cinco minutos se puede salvar un motor que vale varios miles de dólares, no hace falta aclarar más las virtudes que ofrece”, razona el líder del proyecto. El problema entonces, no es la máquina sino el humano. “El cambio cultural no es sencillo de llevar adelante y es lo que está faltando en Argentina. Hay ingenieros o ingenieras de mantenimiento que llevan 30 años aplicando las mismas técnicas y les resulta difícil adoptar una opción nueva. Hay que capacitar en el uso del equipo porque si bien la interface gráfica es muy fácil e intuitiva, necesita unas horas de entrenamiento. Nosotros vamos a ofrecer siempre la asistencia en cada ensayo. Si alguien tiene dudas en un diagnóstico, nos puede solicitar que veamos los datos y hagamos nosotros la interpretación, con una mirada más de especialistas con casi 20 años de experiencia”, promete Verucchi.

El desarrollo es importante no solo para las empresas sino para el país. Los motores eléctricos consumen el 50% de la energía que se genera en el país. Son las cargas por excelencia a nivel industrial. De toda la energía generada en el territorio argentino (centrales nucleares, hidroeléctricas, térmicas, etc,) la mitad se destina a un motor eléctrico. Por eso, este ingeniero e investigador del INTELYMEC subraya que “es muy importante controlar la eficiencia energética de esos motores. Para cualquier industria: automotrices, petroquímicas, cementeras, cualquiera donde haya motores. Para motores grandes este servicio se vuelve más interesante porque obviamente es más importante resguardar motores que, debido a que tienen más potencia, son más costosos. También hay equipos que no tienen un costo grande pero que ocupan un rol crítico en el proceso con lo cual su deterioro o una falla imprevista en el proceso podría traer consecuencias sobre el resto, generar daños o pérdidas económicas importantes. Entonces, ANAMOT protege tanto grandes motores como motores críticos”. Pero ¿qué significa diagnosticar un motor? Se parece bastante a un control cardíaco. “Es evaluar su comportamiento en términos generales. En principio, detectar anomalías no solo en el motor en sí sino en todo lo que él moviliza, lo que nosotros llamamos la carga que puede ser un molino, un ventilador, una bomba, un compresor, lo que fuera. Monitorea también el consumo energético del motor algo que en este momento también es muy importante porque hay políticas destinadas al uso racional de la energía entonces es común encontrarnos con que un motor está consumiendo más energía de la que necesita por su funcionamiento o por errores en su operación. Entonces este equipo puede detectar esas situaciones y ayudar a corregirlas. Permite ir haciendo como un historial del motor. Es decir, ir registrando mediciones periódicas, cada cierto tiempo y luego ir comparando de manera tal de poder ver cómo evolucionan las distintas variables”. La descripción de Verucchi se asemeja a la de un cardiólogo y, en esa analogía, el ANAMOT resulta semejante a un monitor Holter.

En el desarrollo participó también una dupla familiar: Walter y Matías Meira. Padre e hijo. Ingenieros en sistemas y electromecánico, respectivamente. Como la idea se había comenzado a gestar e 2019, la pandemia los confinó con el proyecto como entretenimiento predilecto. No fue la primera vez que los unió la vocación, pero sí la más importante. A sus 30 años y con un doctorado en etapa final, Matías sueña con “ampliar la familia del ANAMOT, pensando no solo en motores sino en generadores eléctricos, transformadores con el mismo concepto: analizar tensiones y corrientes”.

El premio Innovar abre sueños para los más jóvenes y corona una etapa de mucho esfuerzo para los más experimentados. “Esto arrancó en el 2000 cuando terminé de hacer un posgrado en Chile, que me financió la Facultad de Ingeniería para formarme en diseño de máquinas eléctricas. Cuando retorné al país estaba totalmente solo en este tema. En los ’90 cerraron todas las fábricas de motores y los viejos especialistas estaban retirándose y no habían dejado una nueva generación. En las universidades tampoco había grupos enfocados en esta temática, a excepción de grupos que trabajaban en el control de los motores en la UNLP y la UN de Río Cuarto, con quienes inmediatamente establecimos contacto. Fue entonces cuando con Gerardo (Acosta, actual Director del INTELYMEC), acercando nuestros temas de posgrado, decidimos iniciar los primeros trabajos en detección y diagnóstico de fallas en máquinas eléctricas. Por eso la gran satisfacción actual porque fueron como 20 años de remarla prácticamente solo. Ahora tengo a cuatro o cinco chicos con los que podemos proyectar. Este premio corona el esfuerzo de estos años y espero que sea una motivación para despegar y seguir”, valora a sus 55 años el vicedirector del INTELYMEC.

El ANAMOT está a la venta a través de la Facultad de Ingeniería de la UNICEN y puede conseguirse a pedido con un plazo de entrega pactado.